viernes, 16 de abril de 2010

el arbol de la ciencia

EL ÁRBOL DE LA CIENCIA
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El árbol de la ciencia puede ser considerada como una de las obras maestras de Pío Baroja. En ella, un estudiante de medicina con pasión por aprender, asiste impotente a las clases de unos profesores farsantes, sin ganas de enseñar que representan a una sociedad corrompida donde sólo importan las apariencias.
Andrés Hurtado, el protagonista de esta novela, llega a la universidad de Madrid con ganas de aprender, de que le enseñen la verdad. Como respuesta, sus profesores acuden a dar las clases desganadamente, sin esforzarse lo más mínimo y preocupándose más por quedar como unos sabios que por la educación de sus alumnos. Ante estas circunstancias, Andrés va a tomar una postura pesimista, no sólo ante sus estudios, sino ante el mundo en general. Esta actitud la va a mantener durante toda su vida, incluso cuando concluye se carrera y se dedica temporalmente a la medicina va a sentir antipatía por una buena parte de sus pacientes y compañeros de trabajo, también muestra su disconformidad por las tradiciones típicas de la España rural del siglo XIX.
Es en esta época en donde Baroja ubica esta obra, y es en esta época cuando la ciencia comienza a adquir un papel fundamental en la sociedad española. Los jóvenes que disponen de medios como para cursar una carrera universitaria creen que el estudio de la ciencia va a ser la llave que les abra las puertas de su futuro, un futuro mejor con mayores avances tecnológicos, con mejores condiciones de vida y mejores condiciones laborales; todo ello sustentado por la ciencia.
La desilusión alcanza a estos estudiantes en general y a Andrés Hurtado en particular cuando comprenden que nadie les va a enseñar la verdad, la verdad en la que apoyarse para afrontar el futuro con garantías de éxito. Además de que cuando más conocen saben que más les queda por conocer, es decir, que cuanto más saben, más ignorantes se creen
Estas circunstancias son las que empujan a Andrés a la desilusión y a la desesperanza, cualidades que llegan a su cénit cuando el hermano menor de Andrés muere de tuberculosis. Es en este momento en el cual se siente más impotente, cuando, a pesar de ser un médico, comprende que no puede curar todo, sino sólo una pequeña parte, es decir, lo que la ciencia conoce, como la ciencia avarca muy poco, muy poco es lo que puede curar.
Tras este duro golpe Andrés afronta la vida con más desilusión si cabe. Pero es en el momento en que se casa con Lulu cuando comienza a alcanzar la felicidad. Felicidad que una vez más se ve truncada al nacer el hijo que esperaban muerto y al morir Lulu unos días después. Andrés, ante ésto no puede hacer más que rendirse y se suicida tomando un fuerte veneno.
Parece ser que lo único para lo que le sirvió su larga carrera de medicina fue para morir sin dolor, al menos sin dolor físico. Todo su ímpetu y sus ganas de concer se fueron desvaneciendo a medida que comprovaba que nadie le iba a enseñar lo que deseaba conocer, es más, ni siquiera él sabía lo que deseaba conocer. Ésto le llevó a la desesperación lo que le empujó a llevar una vida rastrera.
Por tanto, podemos concluir este resumen indicando que la ciencia, contrariamente a lo que todo el mundo cree, no conduce a la felicidad aunque si se usa de manera adecuada y no se espera de ella más de lo que puede darte, te proporcionará resultados satisfactorios.

Personajes:
3.1 DESCRIPCIÓN DE LOS PERSONAJES DE ESTA NOVELA
- Alejandro: Hermano de Andrés al que no soportaba. Era el vivo retrato de su padre, pero aun más degradado, de hecho era su favorito. No hacía nada, era un holgazán.
- Pedro: Otro de los hermanos de Andrés. Su padre sentía cierta indiferencia por él y él admiraba a Andrés. Estudiaba para abogado.
- Luisito: Hermano pequeño de Andrés y muy querido por éste. Estaba muy enfermo y murió de tuberculosis causando un gran dolor a Andrés.
- Margarita: Hermana de Andrés. Es una mujer resignada a los valores sociales de la época y acostumbrada a vivir en una familia derechista y conservadora llena de varones. Atendía las necesidades familiares
- Don Pedro: Hombre despótico y egoísta. Padre de Andrés, opuesto a todas las ideas que pasasen por la cabeza de este, derechista de los pies a la cabeza, parecía que odiaba a Andrés, porque no se sometía a su voluntad.
- Julio Aracil: Muy amigo de Andrés, compañero de niñez de Andrés, de carrera y posteriormente de trabajo. Su forma de vida no se correspondía en absoluto con las ideas de Andrés, pero aun así eran muy amigos.
- Montaner: Compañero de carrera de Julio y Andrés, con el que siempre estaba discutiendo. Era derechista, aristócrata, monárquico y clasista. Acabó siendo pobre y humillándose al pedir trabajo a Julio.
- Fermín Ibarra: Amigo de Andrés. Era un chico enfermo de artritis, pero que acaba siendo un hombre sano y con una buena posición.
- Rafael Sañudo: Amigo de Andrés. Se reunía con él en un café para conversar y sus ideas divergían de las de su compañero.
- Jaime Massó: Amigo de Aracil. Sentía curiosidad por el funcionamiento de los órganos. Era muy supersticioso.
- José de Letamendi: Profesor de la Universidad de Medicina. Andrés se llevó una gran decepción al darse cuenta de que no era el genio que él creía.
- Antonio Lamela: Compañero de Andrés. Estaba enamorado de una mujer de la aristocracia y por eso le iba retrasado en los estudios. Era católico y fantasioso
- Doña Leonarda: Madre de Lulú. Representa a la mujer madura de la época de Andrés, volcada a la religión y a los valores tradicionales que la sociedad había impuesto anteriormente.
- Niní: Hija de Doña Leonarda y hermana de Lulú. Julio Aracil mantiene una relación con ella, aunque sus intenciones no son buenas, pues piensa abandonarla. Se acaba casando con un hombre rico, llamado Don Prudencio.
- Antonio Casares: Periodista amigo de Julio. Un personaje prepotente y con ciertos aires de Don Juan. Interviene en el conflicto que Andrés sufre con el director de El Masón Ilustrado.
- Doña Virginia: Personaje con cierto parecido a la Celestina. Se gana la vida acogiendo a embarazadas desvalidas, a las que luego utiliza.
- Rafael Villasús: Artista mediocre. Tiene dos hijas: Pura, que tenía un hijo con un sainetero estúpido, y Ernestina, que mantiene una relación con un revendedor. Muere en la más estricta pobreza, después de sufrir ceguera y una especie de locura.
- Venancia: Mujer mayor que representa, en cierta parte, el conformismo de la sociedad. Trabaja para mantener a su hija, una borracha, y a su yerno, un holgazán cobarde.
- Manolo el Chafandín: el chulapo yerno de la Venancia, vive a consta de ella. Es el motivo por el cual su mujer y su suegra mantienen discusiones.
- Don Martín: Tío de Vitorio (amigo de Aracil y Hurtado). Posee dos tiendas, además de una casa propia. Cree que la sociedad le debe atenciones, las cuales le son negadas. Se le llama “El Tío Miserias”.
- Vicente, Juan e Isabel: Primos del padre de Hurtado. Son los dueños de la casa de Valencia donde pasan una temporada Don Pedro, Margarita, Luisito y Andrés
- Don Juan Sánchez: Médico de Alcolea del Campo, pueblo donde Andrés ejerció la medicina durante un tiempo. Se creía omnipotente y todo lo hacía para su beneficio. Terminó criticando a Hurtado y creándole así una mala reputación en el pueblo a raíz del caso del Tío Garrota.
- Pepinito: Marido de Dorotea. Hombre con un gran sentimiento de superioridad. Es detestable.
- Dorotea: Es la patrona de la casa donde se aloja Andrés durante su estancia como médico en Alcolea del Campo. Ella es para Andrés el deseo carnal, no la ama, pero sin embargo pasa la noche con ella.
- Don Blas Carreño: Hidalgo asentado en Alcolea que Andrés conoció durante su estancia en el pueblo.
- El Tío Garrota: Vecino de Alcolea acusado de asesinar a su mujer, conflicto por el que Andrés dejó el pueblo.
- Iturrioz: Es el tío de Andrés y otro de los personajes principales de la novela, dada la importancia que tenía su persona para Andrés. Se convertirá junto a Lulú en el mejor amigo de nuestro protagonista. Andrés discute con él todo asunto que se le ocurre, esperando en cierto modo, palabras de apoyo. Iturrioz es quien contempla en compañía de otro médico a Andrés en su lecho de muerte tras el suicidio.
- Lulú: Parece, en un principio, que no va a tener tanta importancia como cobra al final: se convierte en la esposa de Hurtado.
En el primero, se nos presenta como un producto marchito por el trabajo, la miseria y la inteligencia, se da una descripción física de ella y se la presenta en contraste con su hermana Niní. Antipática y graciosa, con sonrisa de malicia, lúcida y mordaz...
En el segundo, habla de su carácter. Es un personaje con un fondo muy humano y muy noble, tolerante, desenfadada, franca, no aceptaba derechos ni prácticas sociales.
Lulú siente, al igual que Andrés, esa ternura por los seres desvalidos; es sincera, tiene el afán de analizarlo todo... A medida que transcurre la novela Andrés se da cuenta de que está enamorado de ella, tanto que al final representará para Andrés el prototipo de mujer inteligente y guapa.
Es un personaje insignificante en principio, que cobra un desarrollo autónomo y, progresivamente, se hace más importante en la novela hasta convertirse en un personaje principal. Muere al dar a luz a su hijo, el cual también muere, lo que desencadenará en el suicidio de Hurtado
- Andrés Hurtado: Es el protagonista de la obra. Su familia es de ideas derechistas, totalmente opuestas a las suyas. Era un joven inquieto e interesado en aprender todo cuanto pudiera, sobre todo sobre la medicina, carrera que eligió por sí mismo. Es un personaje antisocial que siente desprecio por el rico y simpatía por el pobre, odia la sociedad, le hace sentirse mal. Las ganas de aprender, leyendo libros de todo tipo, le llevaban a pensar mucho en cuestiones filosóficas que discutía siempre con su tío Iturrioz. Estas preguntas eran sobre todo existenciales, y se las plantea más que nunca tras la muerte de su hermano Luisito. Estas preguntas le perturbaban interiormente y finalmente acaban con su vida. La muerte de su mujer, Lulú, después de tener un niño muerto, le hunden en una depresión que no soporta y opta por suicidarse.
- Otros personajes: Podemos citar, por ejemplo, a la tía Negra, una vieja borracha y verdulera, a la señora Benjamina (o Doña Pitusa, como le apodan los vecinos), cuyo hijo, apodado el Chuleta, trabaja en una funeraria, o Don Cleto, un viejecito que vive de las caridades de sus amigos. El Maestrín, curandero, pedante y muy celoso en cuestiones de honor.
.5 Problemas filosóficos
En esta parte, Andrés acude a casa de su tío Iturrioz para calmar sus inquietudes filosóficas.
La conversación comienza con una interrogante bastante amplia en principio: ¿Qué consecuencias pueden sacarse de todas estas vidas? (Refiriéndose a las vidas de los personajes anteriormente comentados). De ésta se suceden una serie de preguntas, que tienen como respuesta unas reflexiones sobre la vida, la justicia o la lucha.
En un principio se trata el tema de la lucha, del que se dice que es un concepto antropomórfico. Cualquier conflicto (sea cual sea) es llamado lucha, porque es el concepto humano que más se aproxima a él. Por ejemplo, si una araña mata a una mosca, nosotros lo consideramos una lucha, pero en realidad se trata de un proceso natural, en el cual la victoria es sobrevivir.
Después, se habla sobre la justicia, que se presenta muy relativa. Según Iturrioz, lo justo es aquello que nos conviene. Se pone el ejemplo de una araña que le asesta una picadura venenosa al hombre, lo cual nos parece muy injusto, pues no nos conviene.
Por último, Iturrioz llega a la conclusión final: el hombre solo tiene dos caminos para vivir su vida. Uno es la abstención y la indiferencia a todo, o la acción en un circulo reducido. Es decir, si un hombre decide llevar a cabo una acción justiciera, debe ceñirse a un círculo pequeño, como por ejemplo, su propia conciencia, la cual, muy probablemente, se le quede grande.
• Inquietudes filosóficas de Baroja
En la obra cabe destacar el pesimismo de Baroja hacia la vida en general, como se puede apreciar en: “... La vida en general y sobre todo la suya, le parecía una cosa fea, turbia, dolorosa e indomable...”, un auténtico resumen de la visión de Baroja acerca de la existencia.
La manera en que Andrés Hurtado se inicia en la lectura de los filósofos alemanes es pura autobiografía Barojiana. Fischte le aburrió muy pronto, pero durante toda su vida consideró a Kant como un símbolo de cultura y marca de prestigio intelectual, aunque no lo entendió directamente sino a través de la interpretación de Schopenhauer, el cual le inspira un gran respeto intelectual.
Esta relación filosófica Kant-Schopenhauer se puede observar con Andrés Hurtado en los capítulos en los que discute con su tío Iturrioz. En éstos, hay una contraposición del pragmatismo filosófico y el utilitarismo inglés, con su método esencialmente anti-metafísico, y se establece que la teoría metafísica de Kant de que los conceptos de espacio, tiempo, y causalidad son propiedades de la inteligencia humana y no de la misma realidad.
En el siguiente capítulo Andrés argumenta que la ciencia es una base más segura porque la inteligencia y el conocimiento están limitados a la experiencia humana y no tienen nada que ver con abstracciones tales como Justicia, Moral o Dios. Schopenhauer cree que lo que experimentamos no es más que un reflejo de la realidad, limitado por el espacio, tiempo y las leyes de la causalidad, y que este conocimiento puede ser determinado y estudiado por la ciencia. La vida misma es una fuerza ciega, desconocida por el hombre e imposible de conocer excepto a través de reflejos de la experiencia. La única verdad, entonces, se halla en la concordancia de nuestras experiencias de conocimientos prácticos.
Entre líneas se puede leer “... Ya se ve claro en estos dos principios: vida y verdad, voluntad e inteligencia...” haciendo referencia a las teorías de Kant, según las cuales, los grandes problemas de la metafísica, como Dios, libertad e inmortalidad, no se pueden resolver por la razón especulativa. Toda cuestión ética parte de una creencia en la existencia de Dios, la libertad y la inmortalidad. Así es que son necesarias para que halla leyes morales. Schopenhauer, sin embargo, da una interpretación conflictiva o pesimista a la “cosa en sí”, como dice Andrés (Baroja) aquí.
3.6 Relación entre realidad, verdad y ciencia
Iturrioz nos describe la realidad como el mecanismo por el cual sabemos verdaderamente que las cosas existen y dice que debemos buscarla continuamente pero no en la ciencia porque esta destruye la realidad.
Por otro lado Andrés cree que si que puedes encontrar la realidad por medio de la ciencia porque nos tenemos que apoyar también en algo demostrado.
Como verdad se entiende al acuerdo de todas las inteligencias, de modo que algo es unánime porque es verdad.
Se muestra a la ciencia como un encadenamiento de causas y efectos que se basan en la razón y en las experiencias, y sin él podría presentarse todo como verdad. Para Iturrioz toda la ciencia se basa en hipótesis, aproximaciones a la verdad. La opinión de Andrés se apoya en uniones entre las distintas ciencias que se valoran por medio de la observación.
Su argumento:

Aunque el árbol de la ciencia tiene 53 capítulos, podríamos estructurar esta obra de Pío Baroja en tres partes.

La primera parte es la vida de un estudiante en Madrid. En esta parte el autor realiza un análisis sociopolítico del 98 con optimismo, y desde el punto de vista de una sociedad que no sufre crisis de subsistencia.

Este optimismo contrasta con el pesimismo de Andrés Hurtado.

En la segunda parte, Las carnarias, el autor pinta la miseria de los barrios bajos de Madrid. Es una parte de transición y reflexiva.

La tercera parte, tristezas y dolores, compone el resto de la novela, el autor ha meditado sobre su personaje, trata de buscar una solución ante los problemas ya planteados.

Pío Baroja dice que esta novela es la mejor que ha escrito. A pesar de sentirse identificado con el personaje Andrés Hurtado, no es una biografía sino que tiene un argumento propio, nos da su teoría de la vida.

La corriente filosófica más abundante es el pesimismo que había difundido Schopenhauer.

Andrés Hurtado, se empieza a desengañar de la vida con 17 años. Empieza a estudiar y se encuentra con un mundo vacía, que le obliga a autoeducarse.

Al margen de los estudios, Andrés conoce a Lulú, que vivía en los barrios bajos de Carabanchel, es alegre, generosa, no tiene vicios, es pobre y no es nada hipócrita. Este personaje aporta un cambio en su educación y le hace cambiar su tesis de la vida.

Andrés y Lulú se enamoran y se casan. Lulú se queda embarazada de Andrés, pero en el parto madre e hijo mueren.

Al morir Lulú, Andrés no encuentra a ninguna mujer como ella aunque salió con más. Cada vez, se va volviendo más pesimista, y acaba por suicidarse.

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Creo que "El Árbol de la Ciencia" es una novela interesante. Es una novela de aprendizaje porque el personaje va aprendiendo a lo largo de la obra.

También es interesante porque nos da su propia teoría de la vida y nos hace pensar que realmente este mundo está vacío. Nos hace creer en ese pesimismo de Schopenhauer, en el vacío de la vida.

Creo que el final del libro, expresa inconformismo más absoluto.

Opino que en el libro esta muy presente el escepticismo, el hombre ideal no existe, ni la vida ideal, nada perfecto existe.

La técnica parece un poco descuidada, no muy trabajada, se nota un acercamiento al lector.

Lo más triste del libro, es la relación familiar porque produce al lector una desagradable tristeza y la idea de que la pertenencia familiar no existe.

Otra parte desagradable es el depósito de cadáveres, pero no del mismo modo, porque esto último produce asco y dolor por observarlo. El dolor por los cadáveres, ya que alguna vez fueron personas, hace pensar en si les hubiera gustado que les examinaran muchos lectores para realizar así sus deseos tras morir.

Como conclusión diré que si es una novela en que los personajes aprenden, el lector también aprende a reflexionar y a formar ligeramente su concepción de la vida, respondiendo a la pregunta final que a mí me ha propuesto el libro. ¿Esta realmente vacía la vida, o existe algo que merezca la pena?


Relato de los años de facultad y comienzo profesional de un médico de finales del S XIX en el que Don Pío da una visión sombría e inconformista del mundo. (Diría que hay también algo misántropo en esta mirada, aunque no estoy segura.) Se trata de una historia coral; la peripecia del insatisfecho Doctor Hurtado se entrelaza con la de sus familiares, otros estudiantes, colegas, políticos, profesores, señoritas casaderas, escritores, caciques, prostitutas, campesinos... La novela tiene partes de narración introspectiva, psicológica, otras de costumbrismo puro, en un “Madrí” profundamente castizo, sin olvidar los pasajes ambientados en Alcolea, todo naturalismo.
Uno de los conflictos más interesantes que plantea el libro se produce ¡entre dos árboles!: El Árbol de la Ciencia, bajito y fino, hecho de verdades científicamente probadas, y El Árbol de la Vida, frondoso, enorme, lleno de realidades complejas, inexplicables. Nuestro inquieto protagonista, alter ego del autor, expone gran cantidad de temas discutidos en la época: la creencia entregada en lo científico “que todo lo explica”, el valor social de la cultura y el pensamiento, la consideración de las tradiciones como atrasos, o el desprecio de lo religioso. El Doctor Hurtado, médico, estoico, pesimista, inadaptado, hombre leído y pensado, llena la novela de profundas y elaboradas reflexiones intelectuales, que se alternan con pasajes de cruda humanidad.
El libro acaba de forma trágica, dejando un amargo sabor de boca; aviso.

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