viernes, 17 de septiembre de 2010

La virgen del Mayor Dolor lució en procesión casi casi once horas

La Virgen del Mayor Dolor lució en procesión casi once horas su Corona


El obispo de Huelva, José Vilaplana, hizo la primera 'levantá' con el llamador donado por los costaleros · La ermita de San Pedro fue el primer destino del cortejo



Javier Moya Rufino / Aracena, aracena


La Patrona de Aracena estuvo acompañada durante todo el recorrido por numerosos vecinos de la localidad serrana.



Durante la procesión se vivieron momentos muy emotivos.

26 comentarios30 votosCon la Virgen del Mayor Dolor, Patrona de Aracena, ya coronada en la noche del pasada sábado en la Plaza Alta tenía lugar su gran procesión por las calles de Aracena con elementos históricos y extraordinarios para no olvidar y rememorar en el futuro.



Tras los actos de la solemne pontifical de la coronación, con la colocación de la corona de oro en las sienes de la Virgen a cargo del obispo de Huelva, José Vilaplana, como momento más esperado comenzaba la procesión. Justo a las once de la noche el obispo onubense alentaba a los costaleros para que disfrutaran con el orgullo de pasear a la Virgen. José Vilaplana hacía la primera levantada al llamador donado por el cuerpo de costaleros de la Coronación y realizado por el artista local Pepe Antonio Márquez.



El discurrir empezada por la cuesta empedrá en dirección a la calle Pedrinazzi. Al principio todas las representaciones de hermandades presentes en el acto participaron del cortejo. La ermita de San Pedro era el primer lugar destinado por la organización para que las hermandades pudieran abandonar el recorrido, que se apresuraba largo, emotivo e intenso. Las tres cuadrillas de costaleros separadas por su estatura; alta, mediana y baja, iban turnándose en los turnos establecidos a lo largo del peculiar y particular recorrido con respecto al del Jueves Santo. Rincones diferentes, calles únicas y momentos especiales que tardarán en repetirse en la historia cofrade de Aracena.



La noche continuaba y en la madrugada la Virgen nunca dejó de estar sola, pero el cansancio y el número de horas acumuladas hacían mella en el cuerpo de los devotos que a veces abandonaban por instantes el cortejo o de forma definitiva con el deber cumplido. El barrio de San Pedro, el entorno de Santa Lucía, la comunidad en San Roque, la ciudadanía del centro histórico, o el gran espacio urbano de Santo Domingo han sido testigos del paso de María Santísima del Mayor Dolor ya coronada.



Las hermandades de Aracena en sus respectivas sedes canónicas estuvieron corporativamente presentes, y en algunos casos con la colocación de bonitos altares. En torno al paso del cortejo por el Ayuntamiento y con la proximidad de las primeras horas del día el pueblo de nuevo iba sumándose a los ya asistentes, incluidas algunas atrevidas y valientes mujeres vestidas de mantilla.



Cada vez más personas para hacer una primera parada en Santo Domingo ante el altar, montado por la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno representada por miembros de su Junta de Gobierno, y presidido por la imagen de Santo Domingo en su paso.



El transcurrir por el Pasaje Sánchez Dalp provocó la aglomeración de público en la plaza dominica. De ahí hasta la entrada la Virgen iba repleta de fieles a su alrededor.



Desde la Plaza de Alta, donde nueve horas antes había sido coronada, la subida hacia la Iglesia Prioral del Castillo se hizo entrañable, emotiva, única con los primeros rayos de luz y donde la fe desbordó a los cebolleros. Bajo los cánticos de "Viva la Virgen del Mayor Dolor", "Viva la Madre de Dios", "Viva la imponente" o el nuevo "Viva la Virgen del Mayor Dolor, ya coronada" el pueblo se emocionaba y aplaudía constantemente con fe y devoción tanto por sus creencias, experiencia vivida y a los meritorios costaleros por lucirla en su paso. Muchos vecinos subían al Castillo de cara a la Virgen o de espaldas al campanario. Gesto bonito que tuvo a bien el cuerpo de costaleros y capataces de hacer antes de cruzar el campanario, cuando el paso se volvió al pueblo como muestra de su bendición reforzada con la Coronación.



Y finalmente, con dos horas y media después del horario previsto inicialmente, justo las nueve y media de la mañana, el paso de la Virgen del Mayor Dolor entraba en su Iglesia Prioral del Castillo. Para terminar un año memorable desde este lunes hasta el próximo miércoles habrá un solemne tríduo en acción de gracias a las ocho de la tarde en el Castillo.
 
de la pagina del huelva información.

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